miércoles, 18 de noviembre de 2009

LA VOCACIÓN, UNA NECESIDAD PARA LA PROFESIÓN MILITAR

Además de las aptitudes físicas y psíquicas esta una cierta afición que le permiten desempeñarse de una manera satisfactoria en el manejo de las funciones y actividades correspondientes a la carrera de las armas, y equivocados estarían aquellos individuos que piensan que esta carrera nuestra es para exhibir el uniforme o como solución a los problemas económicos, es así que el militar debe ser un hombre eminentemente centrado para poder así controlar sus emociones.
También podemos ver como el autor compara a la vocación religiosa con la militar ya que nos dice que algunos religiosos como San Martín, San Ignacio de Loyola fueron militares, y que igual que los religiosos los militares entregamos toda una vida a la institución a la que nos debemos, y nos dice que aunque parezca absurdo pero los militares debemos tener una vocación de paz porque somos los que conocemos los desastres que trae la guerra.Así decimos que la vocación es una decisión libre y por lo tanto el hombre de las armas debe ser el protagonista de la seguridad de la sociedad y de la soberanía de la patria, sin dejar atrás valores como el honor, valor, lealtad, compañerismo, abnegación, fidelidad, patriotismo, espíritu militar, espíritu de cuerpo, y esto se ve reflejado en los trabajos que el militar hace a costa de muchas privaciones y sacrificios.

domingo, 15 de noviembre de 2009

¿Qué piensan ellos?

En realidad un hombre busca en una mujer alguien con quien compartir el resto de su vida, un complemento, comprensión, cariño la calidez de un hogar, pero un militar e inclusive una mujer militar infunden una presencia de autoridad, agresividad, y don de mando, esto debido a toda su formación dentro de su carrera, lo cual es un poco alejado de lo que un hombre busca, en una relación tu necesitas tiempo para conocer y compartir con tu pareja, tiempo con el cual una mujer militar no cuenta, ya que su carrera es una carrera de tiempo completo ellas pierden disposición del tiempo en su vida, puedes tratar de comprender y llegar a un acuerdo pero la comprensión no llena momentos felices y maravillosos recuerdos,
¿Y qué tal de una vida juntos?
En verdad un matrimonio con alguien que no decide del lugar donde trabajar, y no tiene la disponibilidad de tiempo necesario para compartir con una familia, son muchos argumentos para pensar en si en realidad puedes formar una familia de esa manera, es una decisión muy difícil de tomar si en verdad una mujer militar te gusta. La decisión siempre esta en tus manos ya que el amor verdadero podrá vencer todo.

viernes, 13 de noviembre de 2009

¿De pequeña soñaste con ser cenicienta?



Todas la mujeres en una determinada etapa de nuestra vida soñamos con ser cenicienta, para encontrar al príncipe azul y junto a él poder ser felices para siempre. Pero ser cenicienta implica más que eso, como podemos ver el modelo de mujer que nos creamos cuando somos niñas, muy lejos de ser una concepción machista, es realizarnos como mujeres y en algún momento de nuestra vida tener un príncipe, hijos, una casa y encargarnos de nuestra familia nosotras. pero, ¿qué pasa cuando nuestros ideales de profesión interfieren a nuestros ideales como mujeres?

En realidad, esto no tiene nada que ver con cambiar sus planes de vida, aseguran las mujeres que han escogido como carrera las armas; es una carrera como cualquier otra solo, dicen tener un horario como de oficina y poder tener una familia y una vida como cualquier otra mujer que tenga otra carrera.

Encontrar al príncipe azul solo depende de dónde se lo busque, es necesario encontrar un hombre que pueda entender todo lo que la carrera implica y que en ningún momento se esta reemplanzando nada en sus vidas.

domingo, 8 de noviembre de 2009

Valores Institucionales

Al igual que todos los demás las mujeres se ven obligadas a respetar a sus superiores, acatar las órdenes que les den, ir a cualquier lugar del país a cumplir con sus funciones, a lo que se conoce como pases; pero todo esto tiene un solo nombre, son los valores institucionales.

Todos los valores con muy importantes para que el Ejército Nacional no pierda su forma de ser y lo que en realidad significa. Los valores institucionales son:
  • Respeto a la jerarquía
  • Cohesión
  • Cultura democrática
  • Moral militar
  • Honor
  • Honestidad
  • Ética militar
  • Subordinación al interés nacional
  • Entrega irrestricta a la defensa de la patria
  • Disciplina
  • Desarrollo institucional
  • Lealtad
  • Espíritu militar

Todos estos valores no solo ayudan a que la institución se siga manteniendo, sino que también ayudan al mantenimiento de la nación y a que el desarrollo de la patria no se detenga y que todo siga su curso de manera que el control y la seguridad no se pierda.

viernes, 6 de noviembre de 2009

Un sueño hecho realidad

Al mirar hacia el futuro y al percatarnos de que ya recorrimos más de la mitad del camino para cumplir nuestro sueño anhelado, ser parte del glorioso Ejército ecuatoriano y servir a la Patria, reflexionamos que ingresar a la Escuela fue para nosotras un gran reto que lo estamos venciendo día a día, con esfuerzo, voluntad y dedicación.
“Las mujeres debemos ser del tamaño del obstáculo que se nos presenta”.La Escuela Superior Militar "Eloy Alfaro" nos dio la oportunidad de demostrar nuestras capacidades, nuestra fortaleza y espíritu para triunfar.
El tiempo transcurre aceleradamente; en nuestras mentes quedan los recuerdos, un cúmulo de experiencias que jamás pensamos vivir.
Hoy, al haber conseguido ser parte de esta Escuela, nos sentimos orgullosas de lo que somos.Como Cadete de la ESMIL, invito a las chicas de mi país para que ingresen a este instituto y puedan recibir conocimientos que les permita formarse como profesionales militares.

Andrea Mejía

jueves, 29 de octubre de 2009

Visto desde otra perspectiva

La vida militar sigue siendo una especie de tabú en la sociedad, esto se puede definir como que no todas las personas saben de que se trata, y para demostrarlo hice lo siguiente, el pasado fin de semana hice una pregunta a varias personas: ¿Qué piensa sobre la vida militar?, y en general las respuestas fueron: "esos pobres jóvenes viven solo encerrados", "hay eso de andar de guerra en guerra no es bueno". Y esto lo complementé con la pregunta: ¿Qué piensa de que ahora haya mujeres en el ejército? y las respuestas fueron: "Cómo se van a meter a eso las guaguas".
Esto me llevó a la conclusión de que no todas las personas apoyan la idea de que ahora las mujeres también formen parte de las filas de nuestro Ejército, ya que para algunas personas la vida militar solo se trata de guerras, no saben en realidad todo lo que encierra formar parte de esta vida.
Pero hay otra perspectiva mucho más cercana a nuestras mujeres militares: sus propios compañeros, sus subalternos, sus oficiales más antiguos.
Era muy necesario saber que piensan ellos de las mujeres que no hace mucho se incluyeron a las filas. Lo más importante era preguntar cómo se sienten "ellos" con la presencia de mujeres.
Los años que tiene nuestro ejército han sido conformandolo solamente hombres, con esto se formó ideales, visiones, que solamente iban a ser cumplidos por ellos, y en todo caso se creó un modo de vida que solo iba a ser entendido por ellos; como bien es conocido, no los dos sexos son iguales y es por esto que fue muy difícil en un inicio integrar a las mujeres, ya que algunas cosas debieron cambiar.
Fue de gran ayuda que los oficiales más antiguos cambiaran ciertas cosas, impartieran charlas a los oficiales y militares de tropa, todo esto para que puedan recibir a las mujeres en las filas, nadie niega que fue difícil, pero ahora se siente el mismo respeto tanto por hombres como por mujeres, tanto en la escuela de formación como en las diferentes unidades a las que son destinadas después de su graduación; por desempeñar las mismas funciones es mucho más fácil que se ganen el respeto, los subalternos al ver que son capaces de hacer las mismas cosas no dudan en sentir el mismo respeto y acatar todas las órdenes que se les imparta.

domingo, 25 de octubre de 2009

Mayores esfuerzos



Durante su estadía en la Escuela Superior Militar Eloy Alfaro, las cadetes, al igual que sus compañeros, deben realizar un curso por cada año de formación para de esta forma adquirir la preparación necesaria en, si se diera el caso, enfrentamiento armado.

Después de transcurridas dos semanas de ambientación en la ESMIL, donde les enseñan instrucción formal, cómo saludar, cómo marchar, reglamento interno, reglamento de uniformes y todo lo necesario para poder llevar su formación en los años siguientes; luego de esto suben a la Base Pucará, ubicada en la parte norte de las instalaciones de la ESMIL, donde tendrán que pasar cuatro semanas donde aprenderán instrucción individual de combate, que consiste en cómo disparar todo tipo de armamento que tendrán que manejar, cómo reconocer y describir el terreno en el que se ubican en términos militares, cómo se debe utilizar correctamente el GPS y la brújula, cómo lanzar granadas y hacer cerramientos explosivos. Acabada esta fase denominada de Reclutamiento deben pasar un año normal en la ESMIL, donde recibirán clases civiles y militares al regresar de sus vacaciones de navidad y año nuevo.

Al finalizar el primer año de formación y como requisito para pasar al segundo año se debe hacer un curso denominado de Patrullas que tiene una duración de cuatro semanas donde se enseñan técnicas para patrullar las fronteras o el lugar que les sea indicado, cómo hacer retenes militares, cómo obtener información del enemigo en combate, se hacen patrullajen reales; durante esta fase tienen que trasladarse a Quevedo y Tulcán. Al regresar de este curso tienen unas merecidas vacaciones para iniciar con su siguiente año de formación.

Después de terminado el segundo año militar donde ya debían haber aprendido clases de armamento como: mortero de 90ml, fusil sin retroceso, RTG-7, morteros de 60ml, entre otro armamento menor; además de pasar las pistas de: líderes, infiltración, acción y reacción. Con estas bases se empieza el curso de Selva que tiene una duración de cinco semanas y que se lleva a cabo en el Coca, y que también sirve como requisito para pasar al tercer año de formación. Este curso es una unión de los dos cursos anteriores, pero que se debe llevar a cabo en la selva, para poner a prueba los conocimientos y resistencia de los cadetes. Después de este curso que es considerado el más difícil por el clima en el que tiene que llevarse a cabo, tienen unas vacaciones de un mes aproximadamente para después regresar a tercer año de formación.

Al finalizar el tercer año y para pasar al último año de formación tienen que hacer un curso denominado de Paracaidismo que tiene una duración de cuatro semanas que se raliza en Latacunga las tres primeras semanas y la última se trasladan a Quevedo. Durante la primera semana deberán aprender a reconocer el material y como equiparse y desequiparse de manera fácil y rápida, la segunda semana tienen que manejar el tema de rodadas y arrastres que sirven para cuando lleguen a tierra después del salto no se lesionen y cuando hace viendo y la cúpula no se apaga por vientos fuertes poder cerrarle o apagarle sin problemas; la tercera semana les enseñan conducción para poder conducir el paracaidas e ingresar a la zona de salto sin sufrir ningún contratiempo que exponga su vida y también reciben fuselage que son las órdenes que da el Maestro de Salto desde que el avión despega hasta cuando el paracaidista realiza su salto, además se realiza saltos desde la torre, donde reciben todos los conocimientos necesarios para entrar a la puerta del avión y cómo salir para que exista un salto excelante, dicha torre hace las veces de simulador de avión; y por último en la cuarta semana es aplicativa, donde se ponen en práctica todos los conociemientos hasta este momento recibidos, se realizan cinco saltos: el primero se realiza sin ningún tipo de equipamento, solamente se realiza con el paracaidas, el segundo se hace solo con el fucil, el tercero y cuarto con mochila y fucil, y el último salto se realiza de una mayor altura y con mochila y fucil.
Estos son los cuatro cursos que deben hacer las mujeres durante su formación en la escuela y que ponen al máximo su condición física, son razones como estas las que hacen que vayan ganando el respeto de sus compañeros y subalternos, no aceptan ningún tipo de privilegio o ventaja ya que hacen los mismos cursos y en las mismas condiciones que sus compañeros.